Llevo un tiempo queriendo hacer una entrada hablando de tratamiento facial, pero no le veía sentido hablaros de los productos que uso porque (aunque suene manido) cada piel es un mundo y aunque tengamos un tipo de piel parecido, lo que a mí me puede ir bien, a ti no y viceversa.
En cambio sí que consideraba interesante hablar de algunos
consejos o tips que en el momento en el que empecé a querer cuidarme la piel me
surgieron dudas o considero interesante comentar.
Foto típica de Google
Una de las cosas que más quebraderos de cabeza me creo
cuando me plante delate de los maravillosos productos que después de leer y
releer considere que eran más adecuados para mí y lo que buscaba, fue el orden
en el que usarlos.
La piel, a grandes rasgos, por la noche se regenera y
purifica, y por el día se hidrata.
Por la noche es importante que nos vayamos a dormir con la
piel muy limpia y con el tratamiento que sea más adecuado para nuestra piel. Durante
el día, en la calle, exponemos nuestra piel a un montón de contaminantes, además
del sudor o el maquillaje que podamos usar. Por la noche la piel necesita
respirar para regenerarse, por tanto es muy importante que esté limpia. Para ayudar
en el proceso de regeneración usamos los productos de tratamiento según las
necesidades de cada uno, si es una piel seca puede ser una mascarilla
hidratante, algún producto anti-arrugas para las pieles maduras, o para las
imperfecciones en pieles grasas o jóvenes.
Por el día hay que retirar bien los restos de los productos
utilizados por la noche que hayan podido quedar en la piel. En mi caso, uso un jabón
menos agresivo que para la noche, pero hay que limpiarla bien para que los
productos que utilicemos nos aporten todos los beneficios que tienen.
Como he dicho, durante el día la piel necesita hidratación
para sobrellevar las agresiones a las que la sometemos durante el día, y
sobretodo utilizar protector solar todo el año, uno de los agentes que más daño
pueden hacer a nuestra piel es el sol, por mucho producto que luego utilicemos
en casa.
Así que resumiendo, durante el día nutrir y por la noche
tratar.
Otra de las cosas que me parecen interesantes es que el
ciclo de renovación de la piel es de 30 días. Puede que no entendamos de donde
nos ha salido ese grano indeseado o porque de repente se nos reseca la piel,
puede que no sea algo inmediato, puede deberse a factores, externos o internos,
que hayan venido de antes. Otra de las cosas que quiero decir con esto, es que
la eficacia o el daño de usar algún producto no tiene por que ser inmediata. Podemos
estar usando algo que no va bien para nuestra piel pero no sepamos a que
achacarlo o culpamos otros factores; lo mismo al contrario, podemos pensar que
ese nuevo producto no nos hace nada y los resultados son visibles a largo
plazo.
Foto típica de Google
Por otro lado, como piel mixta que soy, he entendido que los
brillos no siempre son significado de una piel grasa, sino que también puede
darse en una piel deshidratada. La piel genera ese sebo para compensar la deshidratación,
autoalimentándose, y sin darnos cuenta estamos dándole productos astringentes
que no hacen más que aumentar esa descompensación.
Sin ánimo de sentar cátedra, ni siquiera de considerarme
experta en el tema de la cosmética, espero que estos consejos sirvan para
despejar algunas dudas sobre el mundo del cuidado facial y, como a mí, me ayudaron en su momento. Temas que me han parecido interesantes para saber cómo
cuidarse la piel desde el entendimiento de la misma.
Espero que os haya servido de utilidad. Contadme vuestros
trucos y consejos.
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